sábado, 25 de octubre de 2014

Azul profundo...

Después... Dejó de respirar, comenzó a hundirse en un azul profundo que con negro se confundía...

Encontró que no había nada más que hacer, que la lucha había terminado, no existía forma de volver a la superficie, dejo volar el alma para que pudiese respirar, soltó las manos, las piernas y cerró los ojos, pues no había diferencia entre eso y seguir mirando... no había, nada más...

Cayó del barco hace varias horas, nadie lo encuentra, nadie siquiera ha notado su ausencia...

El sol allá afuera está brillando, fuerte y constante, pero aquí, donde estás ahora, solo hay... Azul profundo... tú y lo que puedas pensar y sentir antes de quedar en ese estado de shock interminable de donde surgirá el nuevo universo que habrá de alojarte.

Cada impulso eléctrico que recorría su cuerpo se volvía más y más fuerte, constante, se sentía, vibraba y con él, parecía que todo le mar cantara una misma nota infinita... que cimbraba los huesos y los continentes... cómo es que nadie lo ha notado....

Un suspiro, un respiro, nada era posible, solo caer y caer, más y más...

Al despertar... En aquel peñasco, observando el océano sin límites, después de varios días de no saber qué había pasado... comencé a dudar, de mí, de la existencia, sería ese el nuevo universo que había escuchado en aquel azul profundo, nunca lo sabría, todo era distinto, todo había cambiado, no me importaba si el mundo lo había hecho, pero yo... nunca más sería el mismo.

Hoy era el primer día de la existencia, para mí.

Cada cuando regreso a este desfiladero a observar ese profundo océano que grita por mí caída nuevamente, queriendo engullirme, devorarme, atraparme y sumergirme, el miedo me recorre, me acaricia y me susurra... Viveeeeee, se aleja y después yo... continúo con mi camino de vuelta a casa, hay un universo que explorar, pero comenzaré de nuevo cada día descubriendo lo que hay en mí alrededor, qué importa lo demás... el universo.

Azul profundo, caricias y susurros de ese instante irreal, tan real que cada vez que despierto en casa sabiendo que tuve este sueño, comienzo de nuevo, agradeciendo las señales, hoy haré lo mejor que pueda.



lunes, 20 de octubre de 2014

Algo Mejor...

Dejar un día, que las letras fluyan como el río, entre venas y músculo cardíaco, alimentando la tierra para las plantas de mis pies, abonando el camino para seguir adelante.
No morir en el intento, desgarrarme en el tintero y anochecer para mañanas más radiantes.
Arar la tierra de estos labios míos para que vuelvan a humedecerse de saliva fresca, intensa y viva, para que un día nuevamente encuentre frutos en este desierto pleno de sol y vacío de todo.
Llover de nuevo en la esperanza y la confianza de "Mañana" comiéndome a pedazos cada "Hoy"...
Ser, de nuevo y hasta que la lección lo permita, algo mejor.